lunes, 26 de diciembre de 2011

Fiestas navideñas

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Si el 2011 lo iniciaba, blogísticamente hablando, relatando la gastroenteritis que me mantuvo en posición horizontal dos o tres días; lo acabo con un pañuelo en una mano y una cucharadita de miel en la garganta.
Al contrario de lo que parece, nunca suelo enfermar, pero visto lo visto... este próximo año 2012 pienso cuidarme mucho más!

A pesar del malestar general y la fiebre hace unos días, este catarro me ha dejado disfrutar de las fiestas navideñas sin grandes problemas; puesta de joyas no habituales, charlas en familia, algún que otro regalito (el roomba necesita mención especial, ya le dedicaré un post) y cómo no, degustando platos.

En casa de mami hay un manjar que no debe faltar ninguna navidad: vieiras. Buenísimas. Siento no aportar foto, pero antes de que cayese en la cuenta ya me la había comido....
En casa de la suegri un innovador plato para no perder la costumbre: pierna de cordero al horno con tallarines con huevas de salmón y chips de patata rallada. Gran colorido y sabor... y muy bien acompañado de un mencía típico de las tierras gallegas.
Y como postre, tiramisú de la cuñada!

Ala, y esto sólo es el comienzo... todavía queda fin de año y reyes....

Saludos
Sandra

sábado, 17 de diciembre de 2011

Limitaciones alimetarias

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De esta guisa tuvo que ser mi primera salida gastronómica después de dar a luz...
Y no es que me queje porque no está nada mal (endivias rellenas de marisco), pero esto de eliminar platos de la carta a medida que voy leyendo porque tal o cual ingrediente no lo debo comer... me está empezando a cansar!

Durante el embarazo, y como ya he comentado en anteriores ocasiones, multitud de alimentos prohibidos para la seguridad del feto; y claro! con el miedo que daba todo... cualquiera se lo tomaba a broma!
Me pasé los nueve meses comiendo, mejor dicho engullendo, pepinillos cada noche durante la cena y un buen vaso de leche blanca y fría antes de ir a dormir.
Pues bien, hace 1 semana que está un bote de pepinillos abierto en la nevera porque los encuentro malísimos y no hay quien se los acabe. Y la leche blanca? está malísima!
Es increíble como ha podido variar el gusto en tan poco tiempo; las hormonas me dicen! pues vaya tela con las hormonas.

Y ahora durante la lactancia... NO gases para evitarle malestar abdominal al bebé (así que me sigo olvidando de las cocacolas, cervezas & company), NO cafeína o excitantes ni alcohol para no poner nerviosa a la peque (café, té, vino...), NO alimentos que estriñan para que esta nueva vida pueda hacer "caquita" sin grandes esfuerzos.
Y en la última visita al pediatra, nuevas limitaciones: NO leche de vaca ni derivados. Ala, aquí incluyo mi super deseado café con leche matinal, mis cortaditos de mediodía, el trocito de queso a cualquier hora del día y el yogur de la cena.

Así quién sale a comer fuera?!

Felices sueños
sandra

viernes, 2 de diciembre de 2011

Puerperio

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Ésto es lo único que puedo ofrecer ultimamente en mi mesa... un chupito de leche materna! jajaja.

Perdón por la imagen si hiere la sensibilidad de algún lector, sobretodo masculino y conocido mío, pero el pasado fin de semana vino mi primo a cenar a casa y después de estar todo el embarazo diciéndome que quería probar la leche... se lo tenía que poner!
Por supuesto...  ni lo dejé, ni se atrevió a beberlo... eso que lo había aromatizado con canela y todo!xD.

Dejando de lado las bromas, después de 40 días de haber dado a luz (puerperio-cuarentena) muchas cosas han cambiado.
Por fin he vuelto a conducir después de dos meses, qué gozada! y con el cinturón bien abrochado...
Por fin puedo trasladarme de un sitio a otro sin limitaciones de movimiento;  y ni te digo para girarme en la cama... peso pluma!
Por fin puedo acercarme al espejo del lavabo para pintarme decentemente la raya de los ojos, o al mármol de la cocina para fregar los platos sin empaparme la barriga... la última semana tuve un percance y acabé casi quemándome la barriga con el vapor de la plancha.. aishhhh

Aunque algunos vicios me han quedado instaurados; es inevitable ir al supermercado y no poner la mano a X centímetros de la barriga protegiéndola de carros y codazos, tocarme la barriga cuando estoy tumbada en el sofá, esperar que me sigan abriendo y aguantado las puertas en sitios públicos, encontrarme una sonrisa desconocida por la calle después de levantar la mirada sobre mi vientre (una señora mayor incluso me paró, felicitó, besó y santiguó la barriga... me acojoné!!!!jajajaja)...

En fin, pros y contras que dan por finalizada la mejor etapa de mi vida. Podrá la de madre superarla? espero que Emma diga que sí.

Hasta la próxima (cada vez más difícil sentarme tranquila aquí delante...)
Sandra
 
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