... la navidad.
No sólo por los centros comerciales abiertos en domingo, por el gran número de reservas para cenas en grupo o por la ola de frío que se nos avecina.
Somos conscientes de que las fiestas navideñas nos acechan porque así nos lo alertan las luces sobre nuestras cabezas al salir a la calle.
Quizás sea porque vivo en un pueblo, trabajo entre cuatro paredes y poco veo del mundo exterior, pero este sábado tuve salida nocturna por Barcelona y la iluminación que me acompañó a través de la luna del coche fue, si más no, original y diferente.
Siento no aportar documentos gráficos, pero quien viva cerca puede pasar por la zona del Paral.lel y deleitarse con relucientes chisteras, estrellas y baritas mágicas; pavos asados, botellas de cava y turrones colgados.
Muy bonita también la decoración navideña madrileña; quizá algo menos ostentosa que hace 3 años donde lluvia azulada caía vertical sobre la calle Alcalá y la fachada del Corte Inglés parecía una pantalla de cine, pero siempre elegante.
Así se mostraba la Puerta del Sol hace una semana
Feliz navidad
Sandra
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